Sunday, April 26, 2020

Mario Benedetti (voz) - Todavía





NO VOY A
DECIRTE ADIOS (ALFAREROS)

ALFAREROS -
NO VOY A DECIRTE ADIÓS
(Su
Historia)
 A raíz del lanzamiento de la producción
Pa'lante, muchas personas se preguntaron qué hacía esta canción en un disco que
se suponía que era de alegría. Igualmente, a muchos le costó entender cómo una
canción dedicada a mi abuelita podía ser de alegría y no de tristeza. Pues, en
realidad, "No Voy a Decirte Adiós" es una canción de alegría y de
esperanza.

María
Castillo (1922-1998), mi abuelita, fue la tradicional abuela consentidora, la
que me hacía mis meriendas, mis juguitos. Todo lo que yo pidiera ella me lo
complacía. Mami, así le llamaba, era quien estaba pendiente de todo en la
parroquia San Pablo (ciudad de la Romana, República Dominicana). Ella se
encargaba de que esas flores no faltaran en la iglesia, y, a pesar de que la
casa curial contaba con servicio de cocina, ella se encargaba de la comida de
los sacerdotes en las ocasiones especiales y hasta en ocasiones normales. De
esos sacerdotes recuerdo al padre Andrés Dumas, msc., al padre Reyes Suárez,
msc. y al padre Emiliano Tardif, msc. El más valioso de los regalos que ella me
dio fue el día que me llevó de su mano a la parroquia San Pablo. Aquel día
estaba sentado al piano Fermín Amador con su sonrisa resplandeciente como
siempre. Ése fue el inicio de mis apariciones casuales en el coro San Pablo, donde
tocaba la melodía al piano durante el "Santo", sin temor a
equivocarme. Sin esa acción de ella no hubiese sido posible que hoy existiera
un ministerio llamado ALFAREROS.

El 7 de
agosto de 1998 recibí la llamada de mi hermana Kathia, quien me informaba que
Mami había fallecido. Ese día llego a La Romana, saludo a todos y salgo a hacer
las diligencias y  trámites en la iglesia
para la misa, y, a la una de tarde, cuando termino, me siento frente al ataúd
por primera vez y comienzo a llorar. Mi llanto es de alegría y de gratos
recuerdos. Así como salían las lágrimas de mis ojos, así mismo sentí una lluvia
que caía sobre mí. Eran las letras y melodías que el Señor estaba regalándome.
En ese mismo momento recibí los acordes y las letras de la canción, las cuales
no modifiqué y las dejé tal cual las recibí.

Un detalle
de la canción que pocos sabían hasta ahora es sobre la melodía del final de la
versión original (Alfareros Pa'lante 2000). Cuando la familia vivía en Santo
Domingo,  en la casa teníamos un piano
acústico. Todos los días cuando yo llegaba, lo primero que hacía era ir al
piano, tocar y cantar una canción para ella, las letras decían: YO QUIERO
DESPEINAR A MI ABUELITA, A MI ABUELITA QUIERO DESPEINAR. Ella, inmediatamente,
se ponía alerta, pues sabía que yo había llegado, y comenzábamos nuestro juego.
Como es obvio, a ella no le gustaba estar despeinada por nada del mundo, pero a
todos nos encantaba ese momento de bromas. Como recuerdo, al final de la
canción, el piano toca la melodía: (sol, do, do, do, do, do, do, do, do, si,
re) yo quiero despeinar a mi abuelita.

Han sido
cientos los testimonios que he recibido de esta canción, como el de la familia
Salinas de Reynosa México, el del locutor dominicano Joel Henríquez, o cuando
la abuela de Virgilio Feliz falleció y el padre de Jennie Betances. Por estas
razones hemos decidido hacer una nueva versión de esta canción, que ha dejado
de ser una canción personal y se ha convertido en himno esperanzador de quienes
tenemos la confianza de volver a ver a nuestros seres queridos, volver a
verlos, aunque ya de una forma diferente, pues nuestra prioridad será
contemplar la grandeza, la luminosidad y la belleza de nuestro DIOS Padre.

Gracias,

JUNIOR
CABRERA
Director
ALFAREROS

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